Desde hace algunos años el Entrenamiento De Fuerza se ha popularizando y ganado, nunca mejor dicho, “Fuerza” entre los entrenamientos mayormente demandados y practicados de forma habitual.
Mucha gente que lo desconocía ahora lo practica, sin embargo, aún sigue existiendo un gran porcentaje de deportistas que todavía no ven muy claro por qué deberían de empezar a hacer uso de este tipo de entrenamientos, evitando su práctica. Si, todavía te encuentras dentro de este grupo que se pregunta por qué debería entrenar la fuerza, aquí te dejo algunas de las razones.
En primer lugar, porque el entrenamiento de FUERZA es SALUD.
Cada vez son más los estudios científicos que indican los beneficios que este tipo entrenamiento tiene sobre la salud de las personas que lo practican, avalando al entrenamiento de fuerza como una herramienta fundamental para la mejora el bienestar tanto físico, como mental. Así entre otras ventajas, el entrenamiento de fuerza favorece:
En segundo lugar, por que se ha mostrado como un componente fundamental para la mejora del RENDIMIENTO en distintas modalidades deportivas, ya que se ha mostrado como útil para:
En tercer lugar, porque cada vez son más los estudios que avalan a este entrenamiento como herramienta fundamental para la PREVENCIÓN DE LESIONES, gracias a las adaptaciones que produce sobre nuestro cuerpo, mostrando como aquellos deportistas que presentan mayores niveles de fuerza tienden a tener un menor número de lesiones o dolor muscular asociado a la práctica deportiva (como las “agujetas”).
Sin embargo, para que este tipo de entrenamiento funcione y nos proporcione los beneficios que se asocian a su práctica, éste tendrá que cumplir con aspectos básicos como la prescripción y el control de la dosis de entrenamiento, así como la adaptación a las características individuales, y particularidades de la persona que lo demanda, siendo los entrenadores personales o preparadores físicos un elemento esencial para su diseño y programación.
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