Son muchas las mujeres que en medio de una revisión o de una sesión postparto me preguntan sobre este tema, pero son muchas más las que no se atreven a hacerlo y surgen un montón de dudas cuando les pregunto: “¿Cuándo es el momento de empezar?”, “Mi pareja dice que ya le apetece, pero yo no me atrevo”, “No reconozco la zona como mía”, “Me han dicho que es normal que al principio duela”.
Pues bien, no hay un tiempo determinado, cada mujer necesitará su tiempo y hay que respetarlo y trabajarlo en pareja para que el proceso sea natural y respetuoso con la mujer.
Tras el embarazo el cuerpo se prepara para amamantar (independientemente de si luego damos lactancia materna), por lo que no estará listo para la función reproductiva, al menos no en la lubricación, o en la excitabilidad. Por eso muy importante la lubricación externa, sobre todo en la penetración.
El cuerpo de la mujer ha sufrido muchos cambios en estos 9 meses, la mujer debe redescubrirse, escucharse, explorarse, aceptarse… estamos ante una nueva situación, nuestro cuerpo ya no es el mismo, y nuestro placer tampoco es el mismo. No es mejor ni peor, solo es distinto y para mostrarnos a nuestra pareja debemos conocernos tal como somos ahora. Reconócete a solas antes de empezar con tu pareja.
Esto nos lleva a otro punto fundamental, la comunicación con la pareja. Sabemos que es la base en toda buena relación, pero especialmente en un momento tan vulnerable como es el postparto. Comunica tus nuevas necesidades a tu pareja, hazle partícipe de tus nuevas necesidades, hablad y escucharos mucho y sobre todo aprovechad esta nueva situación para algo tan bonito como volver a “descubriros”. Despacio, disfrutando del proceso. Verlo como una oportunidad y no como un problema (porque en absoluto lo es).
El cuerpo de la mujer ha pasado por una situación muy vulnerable (parto vaginal, cesárea) y los tejidos se encuentran retraídos debido al aumento de tensiones miofasciales o musculares, más aún si ha habido episiotomía, desgarro, cesárea. Estas tensiones pueden ser causa de dolor. Hay que darles tiempo, prepararlos para volver a “sentir”.
No debemos normalizar el dolor, ya que ese dolor lo único que haría sería perpetuar el ciclo tensión-dolor-tensión. En caso de sentir dolor debemos buscar ayuda profesional, nunca dejar que se cronifique.
Si quieres conocer las fases y pasos que seguir tanto sola como en pareja para reiniciar tu vida personal, estate atenta que en breve estará en nuestro blog.
Fisioterapeuta | Especialista en suelo pélvico
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